Tricotín de verano!

Como ya os advertí en el último post, la maquinilla de hacer churros de lana, no iba a desaparecer tan fácilmente del blog :-) y aquí seguimos haciendo churrillos como si no hubiese un mañana...

Otro post sobre capazos pintados más...

Pues sí, este es otro tutorial sobre capazos pintados con chalkpaint, que ya me diréis qué necesidad había, cuando Google está llenito de ellos. Y para empeorarlo más, lo publico al final del verano, cuando ya nadie tiene intención de pintar ni arreglar ningún capazo... que no hay necesidad en medio de la vuelta al cole. Así  que aun a riesgo de convertirme en la peor blogger del mundo, hoy os cuento cómo personalizamos un capazo soso sosísimo con un poco de pintura y unos retales, y sí, al final del verano porque este calor madrileño me tiene alejada de las manualidades y de cualquier cosa que implique un esfuerzo mínimo, por eso pinto en septiembre, a pesar de que el calor todavía no ha dador tregua....

DIY no apto para minimalistas: Chanclas con lazos

Que vaya por delante que yo no soy nada de lazos, y rara vez mis hijas han llevado alguno en la cabeza. No me parecen feos, y me gustan en otras niñas, pero definitivamente yo no soy de lazos, no sé porqué, creo que vivir mi infancia en los ochenta me dejó un feminismo mal entendido donde  las niñas podíamos ser astronautas o bomberos pero de ningún modo podíamos ir de rosa :-). Ahora sabemos que ser médico y vestir de rosa no es incompatible, pero por alguna razón en los ochenta si querías viajar a la luna algún día, ya podías ir olvidándote de los lazos..

Una de cafés y de exaltación de la amistad

Tengo la suerte de conservar buenas amigas de la infancia, amigas del instituto y amigas de la facultad, amigas estupendas que hice en miprimer trabajo (en el extranjero, donde es imprescindible tener  buenos hombros donde apoyarte), amigas de mi segundo trabajo, tercer trabajo o cuarto trabajo… La oficina no es un sitio donde vas a buscar amigos, pero afortunadamente  ha sido rara la empresa en la que no he salido sin un par de ellos.

Menos Manolos y más Manolitos!

En esta casa se lee, y se lee mucho, cada uno lo suyo, eso sí, pero cuando nacieron mis hijas, tenía claro que inculcarles el gusto por la lectura era hacerles un grandísimo regalo. 

Las casas en el árbol y los veranos Huckleberry Finn

El verano se acerca y no puedo ocultar mis ganas de jardín. El año pasado inauguré sección #quierounjardínpinterest donde os iba contando como poco a poco aquel trozo de tierra salvaje que compramos hace años y que se ganó a pulso el nombre de "Vietnam", fue dejando de ser una selva salvaje para acercarse cada vez más a lo que mi marido y yo teníamos en la cabeza cuando nos adentramos en esa aventura de "comprar una casita en el campo". 

La elegancia de la cebolla

Como os contaba en el último post, mis habilidades como jardinera son nulas, la única regla que parece cumplirse en mi jardín (ahora terraza, o más bien jardinera) es que sólo crece aquello que no quiero que crezca. De hecho, hoy debo confesar (como la Pantoja) que el tomillo del post de la semana pasada ha pasado  a mejor vida... Sorry, como los del anuncio de Ikea se ve que soy una "asesina de plantas", peeeero, como bien dice mi norma, sólo crece aquello que yo no quiero o  que no he planeado que crezca, normalmente malas hierbas de todo tipo, pero hoy os voy a hablar de algo que me ha dejado tan ojiplática como algunos números del Circo del Sol: la elegancia de una cebolla!!!

Mi súperpoder inverso, el Karma y la wish list

No creo que sea la única a la que le pasa, pero reconozco que tengo un súperpoder inverso con las colas en general y principalmente con las colas para pagar. No sé si es el Karma que me manda señales de "no gastes, no gastes" o es que en otra vida me colé muchas veces y estoy pagando ahora ese tributo... Pero lo que está claro es que tengo un súperpoder inverso  para elegir la cola para más lenta. Y ¿qué es un súperpoder inverso?, pues es como un súperpoder, algo excepcional que sólo te pasa a ti,  pero al revés, vamos, que en vez de molar mucho, no mola nada de nada,

Un DIY XXL, casita para juegos.

Este es un post que no podía dejar de publicar, sobre todo para darles las gracias a los dos "creadores" del proyecto, mi padre y mi marido que un buen día decidieron que una viejo y feísimo galpón para herramientas, se convirtiese en la reina del jardín: la casita de juegos de mis hijas. La pena es no tener fotos del "making of" porque de verdad que el cambio fue increíble. Pero unos cuantos bloques después, mucho cemento, un tejado nuevo, ventanas y toda la carpintería interior (que se escribe pronto pero lleva muuuchas horas), apareció esta maravilla donde juegan todos los ninos que pasan por casa y que habéis visto como fondo de muchos posts.

Vivan los veranos de terrazas y chill outs!

Yo en verano me suelo convertir en gato y mi máxima aspiración es tumbarme a leer o jugar al Candy Crush, con eso y un buen libro, soy la persona más feliz del mundo. Pero como buen gato, no puedo estar tumbada todo el tiempo en el mismo sitio y para eso se inventaron los "chill outs", esos sitios tan maravillosos donde puedes tomarte algo y seguir remoloneando son mis sitios preferidos del verano. Hoy os cuento cuales son mis preferidos en ese paraiso tan cercano que se llama Portugal. Ya os adelanto que las fotos están hechas con el móvil y parece que son buenas hasta que las amplias en una pantalla de ordenador :-). Una pena porque estos sitios bien se merecían haber cargado con la reflex, pero a los gatos no nos gusta llevar peso, y menos en verano :-).

Número uno: Casa dos Coimbras en el mismísimo centro de Braga, en Largo de San Joaodo Souto 506, vamos al al ladito de las calles principales de compras. Una cas noble que desde fuera no deja adivinar lo que esconde dentro, un jardín de árboles lo suficientemente altos como para combatir el calor de agosto. El sitio perfecto para descansar de un día de turisteo o compras. Si queréis ver fotos que le hacen justicia podéis pinchar aquí, en su galería. 

Número dos: también en Braga, en la misma plaza de la República encontraréis esta cafetería con terraza que esconde un restaurante en el primer piso y un chillout en segundo con vistas a la plaza. Vamos, que lo tiene todo, desde un desayuno con esos maravillosos pasteles portugueses, hasta una copa al final del día. 

Número tres: lo que ahora llaman "neochiringo" (palabreja que me espanta), digamos que es un nuevo concepto de Chiringuito al borde del mar, con decoración minimalista, suelos de cemento pulido y unas sillas butterfly (que están desde el momento que las conocí en mi wish list) que invitan a disfrutar del Doce far niente tomando unas Pedras Salgadas. Y por si fuera poco, con parque infantil al ladito!!. Lo encontraréis en Oporto, en la Avenida Montevideu, esa calle dónde pasear observando las grandes mansiones belle epoque e imaginar cómo serán por dentro ya es todo un placer.

Número 4 y mi "muy favorito": Esta maravilla que se encuentra en la playa fluvial de Vilanova de Cerveira, con tumbonas con vistas al rio que hacen que sea ideal en verano y con sillones debajo de la pérgola que hacen que sea ideal incluso después del verano. Y donde además empieza la ruta de bici de la ecopista, uno de los grandes descubrimientos del verano pasado, y es que a mí, dame un café en tumbona y me tienes ganada para siempre :-).

Merienda campestre

Después de unos días en la gran ciudad, ya tenemos ganas de volver a nuestro modo verano silvestre "on". Ya os aviso que este no va a ser un post con una super mesa de dulces, más bien es un post con una mesa de merienda improvisada y muy campestre, porque las meriendas con niños en esta casa en verano son el pan nuestro de cada día y a veces improvisamos más y a veces a mis hijas les da por rescatar las troqueladoras y poner algo un poco más colorido. Y esta es la merienda que preparó Malena para sus amigas del colegio con lo que fuimos encontrando y que quedó tan colorida y tan campestre que creo que refleja muy, muy bien el ambiente de nuestro jardín en verano :-).

Una librería en Braga

Una de las cosas que tenía claras al empezar este blog era a que las fotos tenían que ser medianamente buenas, y desde luego, no hacer post con las fotos del móvil. Pero, como una no puede ir portando una reflex en el bolso todos los días, hoy toca post con fotos reguleras, pero con un sitio que bien se merece cambiar una norma :-).

Portugal para mí es un pequeño lujo, los gallegos tenemos esa gran suerte de las comunidades fronterizas, que en un minuto te pasas al extranjero y desconectas y cambias de ambiente. Vamos tanto a Portugal que a mis hijas les costó mucho entender donde estaban las fronteras y en qué locales hablaban español o no :-). Por ejemplo, los desayunos, los hacemos casi siempre en Portugal porque tienen las mejores tostadas del mundo y el café es espectacular, pero la hora del aperitivo y del vino, esa toca en España :-).

Eso es casi el día a día porque lo tenemos muy cerca, pero cuando nos damos un paseo por Braga o Oporto, entonces podría llenar el blog del resto del año, qué fácil es encontrar sitios bonitos!! y esto me pasó hace una semana, que fuimos mi marido y yo, sin niñas, dispuestos a pasar el día tranquilos y desconcectados, y acabar la noche con el concierto de The Gift (que fue una maravilla). Tranquilos estuvimos, sin duda, pero yo es ver ciertos sitios y la desconesión ya no me parece tan buena idea, me sale el modo "blogger" y ya sólo puedo ver a través de planos enfocados detrás de una cámara... 

Y esto me pasó al minuto de descubrir esta librería con espacio para café y terraza. Aun no entiendo cómo no la he conocido antes, porque está en la avenida central, hemos debido pasar mil veces por delante, hasta la semana pasada que decidimos entrar y nos llevamos la gran sorpresa de que no sólo es una librería preciosísima, si no que además tiene un espacio para tomar un café con un pastel (bentitos pasteles portugueses) en lo que debió ser un patio interior, y hasta una terraza en lo que era el jardín original de la casa. Vamos, que tiene todo lo que más me gusta en el mundo, jardín, café, pasteles y libros :-), dadme una cama y podría vivir aquí para siempre...

Os dejo con las fotos, que ya os aviso que no son de buena calidad, pero podéis ver que tienen un espacio principal, la librería puramente dicha, preciosa, con techos altos y estanterías con escaleras:

Otra zona de niños, con la piedra original de la casa pintada de blanco y llena de libros (por supuesto en portugués, pero tienen sección en inglés)

la cafetería

y la maravillosísima terraza,

 y todo esto en un mismo espacio, en un edificio barroco en el centro, centro de Braga, que bien merece una visita, apuntadlo para la próxima:, Centésima Página, Avda central 118 Braga. Yo volveré cada vez que visite la ciudad, lo tengo claro, eso sí, con la reflex colgada del cuello :-)