Tengo la suerte de conservar buenas amigas de la infancia,
amigas del instituto y amigas de la facultad, amigas estupendas que hice en miprimer trabajo (en el extranjero, donde es imprescindible tener buenos hombros donde apoyarte), amigas de mi
segundo trabajo, tercer trabajo o cuarto trabajo… La oficina no es un sitio
donde vas a buscar amigos, pero afortunadamente
ha sido rara la empresa en la que no he salido sin un par de ellos.
En esta última etapa en Madrid, sin trabajo, la idea de
conocer nuevas personas se hacía difícil, llegué en Septiembre con cuatro
amigos en la ciudad, y tengo la suerte de que este septiembre serán unos
cuantos más. Gracias al blog he conocido personas que de otro modo no hubiesen
llegado a mi vida y me parece una gran suerte que en esta etapa de la vida
donde se supone que tu círculo apenas crece, el mío no se haya estancado.
Hace dos semanas dejé a mis hijas en un campamento en una
tienda de campaña donde convivirían con niñas que no conocían de nada. Al
recogerlas una semana después ya tenían varias nuevas “mejores amigas”. Cuando
crecemos perdemos ese espíritu de campamento. Recuerdo que en uno de los
eventos a los que me invitan en Madrid mi amiga Cristina me decía “y tu vienes
sóla??? Si tengo que venir sola a un sitio así muero” yo soy todo lo contrario,
moriría si tuviese que quedarme en casa teniendo un evento al que asistir :-) Si no hubiese salido “
a la aventura” hoy seguiría teniendo cuatro amigos en Madrid y afortunadamente ya no iré sola a ningún evento :-).
Por eso me gustan tanto los cafés y mi Instagram está lleno
de ellos. Estas dos últimas semanas me las he pasado de reencuentro en
reencuentro, recibiendo y dando abrazos a personas que quiero desde hace años.
Pero la gran suerte ha sido poder combinarlos con nuevas personas que acabo de
conocer, si eres curiosa por naturaleza como yo, es un lujo poder escuchar
historias nuevas de personas a las que no les importa tomarse un café con
alguien a quien apenas conocen por las redes sociales. Como María que se ofreció como guía y nos enseñó
Toledo con una generosidad que no creo que pueda devolverle. Como Rocío que sin apenas conocernos organizó
nuestro viaje a Punto Mom, como Lucía, Cova, Bárbara, Samanta, como mi otra
Rocío de Madrid, o como Mónica de Madresfera que me ha mantenido entretenida todo el año :-).
Dentro de nada aparecerá un gurú o un coach que nos indicará que conocer nuevas personas es fundamental y muy sano para nuestra mente… y hasta lo convertirán en un “ejercicio” como acaban convirtiendo casi todo lo divertido e innato (creatividad, sociabilidad, imaginación…), así que antes de que llegue esa etapa, os aconsejo que toméis muchos cafés con los amigos de siempre y de vez en cuando con alguien nuevo, mezclar amigos, escuchar historias nuevas, y nunca perder el espíritu del campamento.
Fotos de Chiocco en Vigo, calle Cruz Blanca, que descubrió mi amiga Paula, muy recomendable.
Sí que es verdad, el blog te acerca a mucha gente interesante que de otra forma no conocerías, y mola un montón! Yo estoy encantada de haberte conocido, vales un montón! Y, por cierto, qué café taan chulo! 😉
ResponderEliminarY yo encantada también de conocerte a tí y a tus hermanas tan divertidas 😊😊😊 ya nos tomaremos cafés en los sitios bonitos de Madrid como Salon de Fleurs que bien merece la pena el paseo. Un beso! Nos vemos en septiembre
EliminarPues si, al llegar a determinada edad parece que nos cerramos en banda y la verdad que no sabemos lo que nos estamos perdiendo, ... y lo enriquecedor que es!! Yo me apunto a todos esos cafés y más!! Por cierto que aún tenemos el nuestro pendiente!!
ResponderEliminarSí!! Que ya estamos tardando, donde quieras! Hoy estoy en la terraza de Patos de Little Vigo 😊😝 que te hago caso
EliminarPues si subes por Bilbo yo me apunto a un cafecito contigo sin dudarlo!!!!
ResponderEliminarVenga, me lo anoto, con lo bonita que es tu ciudad. Y si. Vienes por aquí, ya sabes!
Eliminar