En tiempos de confinamiento, entre tanto ruido, ha sido cuando menos ganas he tenido de escribir, ni de contar, ni de publicar la verdad. Me ha gustado estar conectada, he hecho vídeo llamadas como todos por mil aplicaciones diferentes y he agradecido todo el contacto "virtual", pero he sentido menos ganas de hablar que nunca. Hoy revisando las fotos de la tarjeta de la cámara me da la sensación de que ha sido un confinamiento bastante amable, con muchos atardeceres, muchas ventanas, mucho horno y mucho sofá. Ni tan mal, la soledad, la distancia y la ansiedad afortunadamente no salen en las fotos :-)
Pero toca volver, poco a poco, como los personajes de aquella película Underground, toca salir a la superficie y recuperar los viejos escenarios. Hacía mucho tiempo que no hacía una mesa de cumpleaños, las niñas crecen y cada vez hay menos motivos, pero precisamente la cuarentena que lo cambió todo, también nos ha devuelto los cumples en casa.
Aida cumplió 17 (sí, 17!!) y en previsión de que Madrid siguiese confinada, decidimos preparar algo especial. Como su cumple cuadra en el puente de Mayo, ha tenido muchos cumples viajeros y este año nos tocaba celebrar en Sicilia, así que de algún modo quisimos Italia tenía que venir a casa.
Hilando una cosa con la otra surgió la película Call me by your name. Es una de sus películas favoritas y lo tenía todo: verano, Italia, y a por supuesto a Timothée, sobre todo a Timothée :-)
Revisionando la película empecé a fijarme en la importancia de esas mesas de desayunos de verano donde cada uno se va incorporando poco a poco y quisimos reproducir algo similar. La idea era hacer un pequeño brunch (yo siempre, siempre quiero hacer brunchs) que estuviese disponible a lo largo del día, con fruta, zumos, yogures, cereales, café, algo salado... lectura, periódicos. Un día tranquilo, sin prisa como pueden ser los días ociosos de verano y como si duda son los días festivos en cuarentena.
La comida en realidad fue lo más fácil, nos basamos un poco en lo que había en las mesas de la película para poder recrear una mesa italiana en verano, pero lo más importante fue contar con la ayuda en modo de hada madrina de mi prima Ana, la persona que está detrás de Photocall y Atrezzo y que nos envió esta maravilla de fondo de mesa.
En su web podéis ver muchas ideas para cumples y fiestas, pero también podéis pedir un diseño personalizado. Yo ya le he dicho que debería hacer una sección con Timothée y Tom Holland para adolescentes, que aquí hay negocio :-). Esta foto porque me pareció perfecta, con la ventana, los libros... Confieso que temí porque la foto quedase algo pixelada al ser un tamaño tan grande (140x80), pero la calidad es increíble. Lo más difícil fue esconderla para que no la viese Aida antes de la fiesta; casa confinada, piso pequeño, paquete gigante, un poco misión imposible, pero lo conseguimos.
Y así amaneció el día de su cumple:
La fotografía de fondo lo hace todo, a veces nos complicamos con mil complementos pero todo lo demás son cosas que ya están siempre en casa y las flores las cogimos en la calle (los jardineros municipales no habían pasado a desbrozar y toda la acera estaba llena de flores silvestres). Unos libros para continuar con la idea de la foto, las cafeteras italianas, mezcla de vajillas... Los cantarillos donde van las flores son una de mis debilidades y hay siempre varios por casa, uno de hecho es reciclado de este cumple ¿os acordáis?.
Y así estuvo la mesa durante todo el día, poco a poco se fue vaciando, llenando con otras cosas y cambiando, me encantan las mesas de cumple cuando ya ha pasado la marabunta.
Volveremos a utilizar la idea y el fondo en cuanto pueda hacer su fiesta con amigos, pero por ahora nuestro cumple confinado de cuatro no ha estado mal. Si tenéis adolescentes, ya sabéis, poned un Timothée en vuestra vida :-)