Este es un post que no podía dejar de publicar, sobre todo para darles las gracias a los dos "creadores" del proyecto, mi padre y mi marido que un buen día decidieron que una viejo y feísimo galpón para herramientas, se convirtiese en la reina del jardín: la casita de juegos de mis hijas. La pena es no tener fotos del "making of" porque de verdad que el cambio fue increíble. Pero unos cuantos bloques después, mucho cemento, un tejado nuevo, ventanas y toda la carpintería interior (que se escribe pronto pero lleva muuuchas horas), apareció esta maravilla donde juegan todos los ninos que pasan por casa y que habéis visto como fondo de muchos posts.
Y aunque yo quería la típica casita de madera, como siempre me equivoqué y esta "reforma sorpresa" fue mucho mejor que cualquier que hubiésemos podido comprar.
Así que este DIY gigante no es mío en absuluto, porque aparte de pintar y elegir el color (tenía que ser este después de viajar a Suecia), creo que no he aportado nada más :-). La casita ha pasado por muchas etapas y dentro no siempre ha tenido las mismas cosas. Ahora la veis ordenada (cosa que es casi imposible en la vida real) y casi minimalista (cosa que es casi imposible en mi familia) porque estamos en plena mudanza, pero lo normal es que además de la cocinita y la mesa, hubiese una zona para jugar a la Play, pequenos sofás y mil juguetes más.
Pero una de las cosas que más me gusta de la casita es esta mesa de fuera que se nos ocurrió cuando tuvimos que cortar uno de los árboles, y es aprovechar el tronco para hacer una mesa aprovechando esta parte de azulejos de una mesa antigua, que me parece preciosa. Lo mejor de todo es encontrate al pasar con escenas dignas de Alicia en el país de las maravillas, he encontrado mesas una de té tan completas que sólo falta esperar ver pasar corriendo al conejo blanco :-). Y es que hacer meriendas con tierra, es lo más divertido del mundo si tienes entre 6 y 10 anos.
Como además está en una zona de sombra y casi "bosque", parece casi una casita de cuento. Lo bueno es que está lo más apartada de la casa, así es perfecta para que los ninos tenga su espacio y los mayores el nuestro.
La verdad es que ahora que nos vamos, la echaremos mucho de menos, me entra este sentimiento de "madre que ve a sus hijos crecer muy rápido" y no puedo evitar pensar que cuando volvamos quizás se convierta más en un nido de adolescentes que una casita de juegos :-), y aunque cada etapa tiene su encanto (la adolescencia también???) sé que echaré de menos esas meriendas de té con tierra :-)
¡Es increíble! Me encanta la casita, tienes que tener a las peques encantadas.
ResponderEliminarUn besote.
Sí que han pasado buenos ratos, sí!!
EliminarIncreíble la casita. Intuyendo cómo es su madre por como escribe, seguro que tus niñas encontrarán la manera de emocionarte en ese otro lugar, con otra tierra... Mucha mucha suerte en este cambio. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias!! Qué bonito comentario, en serio, de verdad que estos comentarios ayudan mucho. Un beso!!!
EliminarEsperaba este post con verdadero ansia!!! jajaja y es que ya te había dicho en alguna ocasión que esa casita que se veía de fondo me encantaba... y me ha encantado aún más después de verla por dentro!!! Es una monada y la carpintería interior me parece deluxe.... si la ve mi hija adolescente se traslada con sus amigas a vivir en ella :-)
ResponderEliminarUn besazo y gracias por compartirla...
Las mudanzas son cambios que hacemos en nuestras vidas y la gran mayoría de ellos son para bien y para mejorar nuestra calidad de vida. Muchas veces necesitamos ayuda de profesionales, para transportar todo, aunque también viene bien echar mano de carretillas que nos ayuden a desplazar las cajas de forma más cómoda y fácil.
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