Por petición popular a través de las fotos de Instagram, llega a nuestra sección "cocineras perezosas con ganas de postre" esta receta escandinava que fue un regalo de mi amiga Cristina. De hecho, tenéis la receta completa en su web, que es prácticamente la misma que usamos en casa.
Y es que estos pastelillos de canela y cardamomo nos tienen robado el corazón, porque cuando los haces toda la casa huele a Navidad, porque me recuerdan a mi viaje a Suecia cuando Cristina todavía vivía allí y donde los conocimos y comíamos a todas horas :-), porque los recuperamos este año en el viaje a Copenhague, porque mi hija se ha hecho toda una experta en prepararlos y porque aunque no lo parezcan son bastante fáciles de hacer y tienen tan buena pinta que al sacarlos del horno te quedas con esa satisfacción de ser una cocinera de verdad. Y esa sensación es lo más para cualquier cocinera torpe, admitámoslo.
Así que vamos allá con los ingredientes para la masa:
- 25 gramos de levadura (mejor de panadería)
- 75 gramos de mantequilla
- 2,5 tazas de leche
- 0,5 tazas de azúcar
- Una pizca de sal
- 1 cucharadita de cardamomo molido (nosotras lo compramos en grano y lo molemos en casa)
- 650 gramos de harina
- Moldes de magdalena
Los ingredientes para el relleno:
- Media taza de azúcar
- 1 cucharadita de canela
- 50 gramos de mantequilla
Para hacer la masa, primero derretimos la mantequilla, agregamos la leche y mezclamos. Disolvemos la levadura y añadimos la sal, el azúcar, el cardamomo y la harina. Una vez que esté lista, la dejamos crecer tapada con un paño durante media hora.
Mientras la masa crece, aprovechamos para prepara el relleno derritiendo la mantequilla y mezclándola con el azúcar y la canela.
Cuando la masa ya haya reposado, se extiende en una placa rectangular (nosotras utilizamos la bandeja del horno para calcular el tamaño). La cubrimos con el relleno con ayuda de un pincel de cocina o una cuchara y la enrollamos como si fuese un brazo de gitano (esta es la parte más complicada pero don´t panic, no tiene que quedar súper perfecta porque después de horneada no se notará).
Una vez hecho esto, cortamos rodajas y las colocamos hacia arriba en los moldes de magdalenas. Y aunque en la receta original las pintan con clara de huevo, nosotras hemos decidido que nos gusta más el resultado si las pintamos con parte del relleno, así que ese es nuestro "truquillo" poco ortodoxo que seguramente los suecos no aprobarían :-), pero a nosotras nos encanta, y esa es la razón de que en la foto parezcan tan doraditos...
Y ya sólo queda hornearlas anos 200 grados durante unos 15 minutos para que queden así de espectaculares y de ricos, aunque sigo diciendo que lo mejor es ese olor a canela y cardamomo en toda la casa no tiene nada que envidiar a los ambientadores de Navidad de Zara Home :-).
Solo queda poner una de esas pelis ñoñas de familias que vuelven a casa por Navidad, preparar un té o chocolate calentito y empezar el maratón de calorías de estas fechas, que es Navidad señores, está permitido!
(receta original de Sweet Scandinavia)
(receta original de Sweet Scandinavia)
Qué buena pinta tiene!!!!!! y parece super fácil. Estas vacaciones de Navidad caen seguro en mi casa. Ya te contaré el resultado
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