Cajas de fruta que sirven para casi todo!!!

Aun a riesgo de que empecéis a pensar de que estoy decorando mi casa con cosas de la basura :-), una vez más tenemos un DIY con algo que encontramos, en este caso en la puerta de la frutería. Y es que estas cajas tan limpitas, sin logos ni serigrafías, pedían a gritos una segunda oportunidad. Y como ahora tengo más tiempo que nunca, no dudé en rescatarlas y encontrarles una nueva utilidad: organizadores para el armario.

La verdad es que eran bonitas tal cual, pero como hace tiempo que quería probar el chalkpaint (qué clase de blogger soy que aun no he probado el chalkpaint!!) :-), pues esta era una buena ocasión. Como sabéis ahora es muy fácil conseguirlo de cualquier color, lo venden en las principales tiendas de manualidades. Pero como a mi me gusta complicarme la vida y además había visto este tutorial de Carol de Hadas y Cuscús, pues decidí hacer la pintura yo mismita. 

En el vídeo de Carol lo veis muy bien, sólo necesitáis yeso y pintura acrílica (la venden en todas partes, Tiger, bazares..., esta lo compré en Sostrene Grene). Así que armada de yeso, un medidor (que no hizo falta porque al final fue casi todo a ojo..) y la pintura, mezclé todo y empecé a pintar. 

No os puedo decir si quedó perfecta, porque no he probado la auténtica (qué clase de blogger soy que aun no he probado la auténtica!!) pero como las cajas tampoco tenían que quedar perfectísimas, y me apetecía un acabado más rústico, a mí el resultado me valió. La verdad es que hay pocas cosas más relajantes que pintar escuchando música; sin niños cerca claro, si no, no tiene nada de relajante :-). Y así quedaron las cajas después de una mano de pintura gris (cómo no...)

Y para que sean organizadores de verdad, aproveché unas pegatinas que compré en Tiger con textura de pizarra, para poner los nombres. Me gustó tanto escribir con el rotulador de tiza de Carlin en la estantería que os enseñé aquí, que desde entonces es como mi mejor amigo :-), no me canso de usarlo, queda tan bien...

Un gran aplauso para  mi hija Malena que se prestó a hacer las fotos mientras yo rotulaba :-), ya tengo asistente.

Y después de poner sus nombres y el que más se repite en esta casa con diferencia: mamá (normalmente a gritos), ya tenemos las cajas listas:

Y directas al armario, dio la casualidad que encajaban perfectamente en el hueco que les teníamos reservado:

Así que este ha sido otro post de segundas oportunidades, reciclaje o upcycling, ya os advierto que no será el último, porque ya tengo nueva adquisición :-)