Oporto Atlántico

Siempre que podemos hacemos una visita a Oporto, es una de esas ciudades que siempre sorprenden, que siempre ofrecen algo nuevo y que los gallegos tenemos la suerte de tener muy muy cerca. Por supuesto que el centro de la ciudad, la ribeira, las bodegas, el puente, la librería Lello, etc. son visitas indispensables, pero cada vez me gusta más escapar del centro y quedarnos en la zona de la costa atlántica. Así que hoy ya en plena meseta :-), os propongo una ruta alternativa, alejándonos de la la autopista en Matosinhos (o incluso en Vila do Conde) para llegar a la ciudad bordeando la costa.

Es una ruta perfecta en verano porque está llena de playas, pero ahora que empieza el otoño es incluso mejor, tiene tantos rincones con encanto, tantos "chiringuitos" (por llamarles de algún modo, porque se parecen más a restaurantes de diseño que a las habituales casetas de madera de nuestra costa) con vistas espectaculares, que es muy recomendable para días morriñosos de mar picada o temporal. 

Y es que las playas del norte de Portugal son espectaculares, perfectas para ver olas, 100% fotografiables, porque un océano es un océano y pocos días no encontraréis viento y olas fuertes, por eso están llenas de esas casetas de colores tan Pinterest :-) y por eso es también a veces es tan complicado bañarse. Pero gracias a este post, descubrimos las Piscinas das Mares, construidas por el arquitecto Alvaro Siza encima de las rocas de la playa, una buena manera de bañarse en el Atlántico de un modo más apacible y en un entorno así de espectacular (tienen también tumbonas y cafetería, no digo más...).

Y así, de café en café, nos gusta recorrer las playas de la costa hasta llegar a la Avda Montevideo donde cada una de las mansiones frente al mar son todo un espectáculo. Nuestro sitio preferido Homen de Leme, es este local en la playa, del que ya os hablé el verano pasado al que volvemos siempre, y siempre merece la pena, sillas Buterfly a pie de arena con unas Pedras Salgadas y algo que leer, what else?? ahhh un parque infantil en un lateral tampoco está de más no?? :-)

Ya si os apetece podéis entrar en el Sea Life, el acuario de Oporto, no es el más grande del mundo, pero para los niños está fenomenal y las vistas desde su terraza bien merecen una visita y un buen pingo direto.

Y para terminar, para comer o cenar, este año hemos descubierto la calle Heróis de França, que está llena de restaurantes con terrazas y brasas a pie de calle (literalmente) donde traen el pescado y marisco directo de la lonja a la parrilla. Aunque el humo de las brasas por toda la calle resulta muy curioso (para alguien de Prevención de Riesgos como yo, más que curioso alarmantemente peligroso), para tomar un variado de pescado a la brasa es muy, muy recomendable. Cualquiera de los restaurantes tienen buena pinta, pero de los que hemos probado, A Varina es un acierto seguro, todo está muy bueno y la atención es exquisita. 

Así que si queréis una ruta alternativa, más tranquila, donde pasear por playas inmensas, disfrutar del océano atlántico, o simplemente escapar del centro, sólo tenéis que desviaros por Matoshihos :-).