Hoy le damos una nueva vida a una de las sillas de Ikea que tenía en el comedor y que ya os conté que cambié por mis queridísimas Eames. Porque aunque las pobres ya tienen edad para jubilarse, necesitaba una para la habitación de Aida, así tengo dos en el escritorio y es mucho más cómodo, por si quieren pintar las dos juntas o (para qué nos vamos a engañar) porque cada vez me paso más tiempo en su ordenador editando fotos, porque es el que tiene la pantalla más grande.
Así que aprovechando que tenía que deshacerme de las del comedor, volvía tapizar una de ellas. Y como son sillas de comedor quería darle un toque más "infantil" sin caer en los típicos tapizados infantiles, ahora que estamos eliminando Hadas de la habitación, había que hacer algo para niños, pero más sobrio.
Esta es mi idea, por si os puede servir: compré un retal de tela gris en KA (superfan de sus telas, siempre voy allí para este tipo de cosas), tela blanca imitación de cuero (la elegí porque no se deshilacha) y troqueladora:
Corté unas estrellitas de tela blanca para coserla en la tela gris:
y una vez cosidas, a tapizar de nuevo :-), estas sillas son muy fáciles porque se puede sacar el asiento completo (muchas de Ikea tienen el mismo sistema) y es tan sencillo como envolver un paquete. Se puede hacer con grapadora de tapizar, pero esta vez (no la encontraba) utilicé tachuelas, y aunque es más fácil con grapadora, no resulta complicado:
Colocamos el asiendo te nuevo:
Y para darle un toque menos serio, que al fin y al cabo es para una habitación infantil, corté unas estrellas de cartulina blanca que pegué con cola blanca y goma laca:
Y aquí está el resultado, con nuestro Zambi que ya se ha convertido en modelo oficial, venga, que te sacamos, no hace falta que nos pongas ojitos....
El post es muy interesante, y es que, una silla puede tener muchos usos, a parte de comodidad al salón, cocina o habitación, es un elemento muy importante de la decoración de esa estancia de la casa.
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