Yo perfectamente podría no haber escrito este blog nunca, podría no haber empezado, podría seguir haciendo manualidades sólo para casa, seguir visitando lugares sin llevar la cámara en mano y tener redes sociales sólo para mi uso personal. Podría seguir viviendo sin blog, porque en realidad yo sigo viviendo sin blog la mayor parte del tiempo, pero un día te decides a publicar y abres una puerta y cuando abres una puerta, siempre hay algo al otro lado...
Hace ya unos cuantos años abrí esa puerta, y escribo, y aunque las manualidades se siguen quedando en casa, les hago fotos y os las cuento, y las subo a Facebook y a Pinteres y también os cuento muchas otras cosas más. Y mi vida en estos años no ha cambiado radicalmente, pero el blog me ha abierto puertas que nunca se hubieran abierto de otra manera.
Una de esas puertas llegó en forma de mail de Random House Mondadori (esa editorial que siempre, siempre nos ha tratado tan bien) y de invitación a pasar una tarde en el laboratorio del Bulli de la mano de Ferrán Adriá. Podría no haber escrito nunca un post y podría no haber aparecido nunca un día de octubre en Barcelona con el plan (planazo) de conocer a una de los mejores cocineros del mundo :-)
Y allí estaba yo, delante de Ferrán Adriá que había decidido invitar a un grupo de padres para contarnos su experiencia con el libro de cocina para niños (Te cuento en la cocina) que en realidad es mucho más que un libro de recetas habitual.
Allí estaba yo feliz de poder escuchar de primera mano sus inquietudes, su capacidad de análisis, de darle una vuelta a todo, de preguntárselo todo. De cómo dejó el Bulli en el mejor momento para dedicarse a investigar, a buscar los orígenes de la cocina, su clasificación, su obsesión por encontrar nuevas técnicas, su fe en esta nueva generación de niños apasionados por la cocina, sus ideas sobre la educación del futuro, su generosidad al dejarnos curiosear por su lugar de trabajo.
Podría rellenar cuatro o cinco posts sobre todo lo que nos contó, que no dejó de ser una conversación llena de preguntas. Y sí, me preguntó cómo hacer un montadito de jamón, no porque no lo supiera, evidentemente :-), si no para enlazar con la idea de que cocinar es una experiencia más allá de lo que se hace en la cocina. Nos preguntó muchas otras cosas no tan sencillas de contestar, (¿qué es un restaurante gastronómico?, ¿qué es el arte culinario??) nos desmitificó también muchos tópicos y sobre todo nos animó a que cocinemos siempre que podamos y que cocinemos con nuestros hijos y que enseñemos a cocinar de una manera sencilla, cómoda y sin complejos.
Ya os imaginaréis que yo, que la única sección de cocina que tengo en el blog es "el club de las cocineras perezosas", iba con intención de pasar lo más desapercibida posible :-), pero fue todo lo contrario, su apuesta por las recetas rápidas y sencillas, por mantener la cocina casera, por que los niños participen en el proceso. Por ejemplo nos comentaba que la mejor manera de racionalizar los comedores escolares sería si los propios niños cocinasen y que está convencido de que acabará siendo así.
Las primeras cien hojas del libro, a las que él les da más importancia condensan un poco su idea de la importancia del análisis, de la clasificación y estructuración que se ve en toda la nave que forma el Bulli lab, ya sea en forma de platos diseccionados, de tableros tipo Kanban, gráficos de todo tipo... siempre siguiendo el lema de "comer conocimiento para alimentar la creatividad".
Por eso el libro hay que entenderlo un poco antes de comprarlo, de hecho al volver a Madrid, lo comentábamos Bea y yo, que probablemente el libro no nos hubiese atraído tanto en las librerías sin esta explicación previa. Porque vale, sí, es un libro de recetas (sencillas) para hacer con niños, y hay personajes de Disney, y está Ferrán Adriá. Esas podrían ser suficientes razones para comprarlo. Pero ¿y si le añadimos que en realidad es como un libro de la historia de la cocina? ¿un libro que les va a aclarar a nuestros hijos muchos conceptos de la mano de los cuentos de siempre? entonces el libro se convierte en un pequeño tesoro para la familia.
Porque a pesar del tamaño (un poco difícil de manejar) es un libro para tener cerca en la cocina, para revisar y repasar, para abrir en cualquier página y aprender algo nuevo, para usar para planear la compra, para trasmitir el gusto por la cocina, que va mucho más allá que el momento de cocinar.
No quiero aburriros con un post eternos, así que de toda la visita me quedo con cuatro ideas:
- Que hay que abrir todas las puertas posibles, nunca se saben a donde te pueden llevar.
- Y que nunca os agradeceré lo bastante que estéis ahí, porque sin vosotros nunca habría podido colarme en el Bulli :-)
Porque a pesar del tamaño (un poco difícil de manejar) es un libro para tener cerca en la cocina, para revisar y repasar, para abrir en cualquier página y aprender algo nuevo, para usar para planear la compra, para trasmitir el gusto por la cocina, que va mucho más allá que el momento de cocinar.
No quiero aburriros con un post eternos, así que de toda la visita me quedo con cuatro ideas:
- Que la pasión es el motor del éxito, y que da gusto escuchar a una persona tan apasionada por su trabajo.
- Que la creatividad sin duda será esencial en la educación del futuro
- Que la creatividad sin duda será esencial en la educación del futuro
- Y que nunca os agradeceré lo bastante que estéis ahí, porque sin vosotros nunca habría podido colarme en el Bulli :-)
Qué guay Sandra! Menuda experiencia! Ahora miraré el libro de otra manera, lo tenemos en casa desde que salió y es verdad que es un pequeño tesorito! Aprendo yo más que la peque ;)
ResponderEliminarJaja... un beso.
Yo creo que es difícil entender el sentido del libro sin su explicación, sobre todo las primeras páginas de "no recetas" que seguro que es la parte que todos pasaríamos para ir directos a cocinar. Escucharle hablar, con tantas ganas y tanta pasión es toda una experiencia, y me ha encantado su manera de desdramatizar la cocina, sin complejo, si son recetas fáciles, pues perfecto, así que es el libro perfecto para mí :-)
EliminarMenuda experiencia!! Guaoooo...pues el libro igual me lo pido para el Olentzero, en principio para mi pero se q luego nos vendra bien a todos!!!
ResponderEliminarEstá muy orientado a niños, y muy bien pensado para que puedan involucrarse en todo el proceso. Y sím toda una experiencia!! Aún no me lo creo!
EliminarMenuda experiencia!! Guaoooo...pues el libro igual me lo pido para el Olentzero, en principio para mi pero se q luego nos vendra bien a todos!!!
ResponderEliminarEnhorabuena artistaza y gracias por compartirlo con nosotros para que podamos ver un poquito de ese planazo!
ResponderEliminarDeseando desvirtualizarnos algún día...
Besos Sandra***
Algún día nos tomaremos un café el algún lugar de Europa :-). Un beso enorme!!
EliminarQue genial!!! Lo habrás disfrutado a tope!!. Pues va a ser que me compro el libro...
ResponderEliminarEl libro es un tesorito, las recetas son muy fáciles, las pueden hacer los niños desde el principio. Yo creo que os va a gustar :-)
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