Lo que cualquier niño debería aprender de David Muñoz.

Desde que empezó el primer programa de Master Chef Junior , mis hijas, y yo creo que casi todos los niños de este país han cambiado su visión de la cocina y los cocineros. Este fenómeno fan de la cocina no deja de ser curioso, pero a mí me parece perfecto, en general son personas perfeccionistas, con ideas claras y que de un modo u otro han tenido que sacar su proyecto adelante en un sector tremendamente competitivo.

Que además gracias al programa mi hija prepara tortitas para desayunar? pues no seré yo la que me queje... :-) Pero si hay un cocinero que les parece atractivo  en todos los sentidos, ese es David Muñoz, que además de sus estrellas Michelín se ha convertido en la primera Rock Star de los fogones. Y por supuesto mis hijas y yo nos hemos visto uno por uno todos los capítulos de su programa en Cuatro.

Después de los cinco primeros minutos de visualización ya queda claro que David es hipernervioso, irreverente, y a veces insoportablemente intenso, pero sin duda es también un genio. Cuando alguien tan joven, consigue tanto en tan poco tiempo, detrás no sólo hay un don para la cocina y precisamente por eso me pareció que el programa podría aportar algo a mis hijas.

Ya que tanto se habla de educación, del sistema educativo, de un cambio de ciclo, la experiencia de personas como David y su equipo, me parece un ejemplo necesario en una país donde la televisión dedica horas y horas a jóvenes que el mayor esfuerzo que hacen en todo el día es conseguir las ondas de su peinado...

Así que a pesar del todas las palabrotas (no hay frase sin alguna...) y que a veces parece que sus adjetivos se limiten a dos (y ambos requerirían un piiiii en horario infantil), me parece que hay tres cosas que mis hijas (y cualquiera) puede aprender de este chico:

1: La tenacidad, la capacidad de perseguir un sueño sin descanso. La energía necesaria para llevar a cabo una idea (cualquier idea) es siempre lo más complicado. Escuchar cómo él mismo cuenta cómo tenía claro cómo quería formarse, en qué restaurantes quería colaborar, cómo vivió casi como un indigente en Londres por trabajar como pinche sin cobrar en el lugar que él considera imprescindible es toda una lección vital. Nada se consigue sin empeño, nada se consigue sin formación.

2. El esfuerzo. Puedes tener un sueño, tener muy claras tus habilidades y tu formación, pero no llegarás si no lo das todo. En el primer programa cuenta cómo dormía en un colchón inflable en el almacén de su primer restaurante. Nada se consigue sin sacrificio, nada se consigue sin mucho trabajo.

3. Confianza en tí mismo. Decía hace unos días Antonio Banderas que en EEUU si tienes una idea te salen patrocinadores, y si en España tienes una idea te salen cinco envidiosos. Que España no es un país fácil para emprendedores, está claro por muchas razones, conseguir deshacerse de los problemas burocráticos, económicos y hasta de esos cinco o cincomiles envidiosos que te dirán que no lo conseguirás, requiere mucha fe en uno mismo. Nada se consigue sin confianza.

4. Exigencia. En uno de los programas, David y su equipo preparan nuevos plantos, tienen muchos buenos, peor no valen, nada sirve si no es espectacular, nada sirve si no es un diez. Sólo se llega lejos si se lucha por el oro. Lo qué daría yo porque mis hijas se quedasen con esto...

Este tipo de personas, de ejemplos, es fundamental. La creatividad, la capacidad de llevar a cabo un proyecto, entender que el éxito sólo es fortuito en muy pocas ocasiones, es una gran lección. Por eso no es raro que la ilusión de mis hijas sea ir a DiverXo (aunque con cuatro en casa es complicado...) y que se entusiasmen con StreetXo donde disfrutamos de mucho arte, muchísimo talento, un concepto muy diferente de cocina y además, de un buen ejemplo :-).